Esta nueva entrada la dedicaremos a hablar sobre el yoga, una
disciplina que está en permanente evolución y para la cual existen en la
actualidad un amplio número de escuelas,
corrientes e interpretaciones.
El yoga como hemos mencionado
antes es una disciplina física y mental que se originó en la India. La palabra se
relaciona con prácticas de meditación en el hinduismo, el budismo y el jainismo. Tiene como objetivo mejorar nuestra salud y desarrollar el autoconocimiento
tratando de potenciar, utilizar y canalizar nuestra energía y así, disfrutar de
una vida más plena.Para llevar a cabo su práctica se requiere contar con profesionales competentes tanto para la trasmisión adecuada de los conocimientos psico-físicos como también, en su utilización clave y fundamental para diversos enfoques psicológicos y médicos.
Para realizar el hatha yoga que se trata del yoga original (el yoga físico) necesitas tu cuerpo y una mente presente. Es suficiente con una indumentaria de ropa cómoda y sencilla, un tapete de yoga o una manta donde puedas practicar, pies descalzos, apertura de mente y corazón y estar dispuesto a darte un rato para nutrir tu cuerpo, relajar tu mente y elevar tu espíritu. Algunas personas que por alguna razón no tienen movilidad, que no puedan practicar las posturas de yoga también pueden hacerlo. La meditación, la relajación y la respiración también son yoga.
Los principales beneficios que otorga el yoga son:
- Flexibilidad: la mejora de la flexibilidad es uno de los primeros beneficios más claros en la práctica del yoga. También será notable la desaparición de dolores y tensiones. Las caderas tensas pueden constreñir la articulación de la rodilla debido a un inadecuado alineamiento del fémur en el muslo con las espinillas. Unos músculos isquiotibiales tensos pueden conducir a un aplanamiento no natural de la columna lumbar, lo cual puede causar dolor. Y la inflexibilidad en los músculos y los tejidos conectivos, tales como las fascias (envoltura de los haces musculares) y los ligamentos, pueden causar una postura deformante.
- Fuerza: los músculos fuertes hacen mucho más que tener buen aspecto. También nos protegen de dolencias como la artritis y o el dolor de espalda y ayudan a prevenir las caídas en las personas mayores.
- Paz interior: el yoga constituye una de las herramientas más efectivas para apaciguar una mente perturbada.
- Pérdida de peso: Una práctica regular te pone en movimiento y te ayuda a quemar calorías, y las dimensiones espirituales y emocionales de tu práctica puede estimularte a comer menos y a regular los problemas de peso en un nivel más profundo. El yoga puede también inspirarte a conseguir ser más consciente en los hábitos alimenticios.
- Sistema Inmune: las asanas (posturas) y el Pranayama (técnicas respiratorias) mejoran probablemente la función del sistema inmune, pero, hasta ahora, es la meditación la que se lleva la palma en cuanto a la credibilidad más fuerte en el ámbito científico. Parece que tiene un efecto beneficioso en el sistema inmunológico, intensificándolo cuando es necesario (por ejemplo, elevando los niveles de anticuerpos en respuesta a las vacunas) y descendiéndolo cuando es necesario (por ejemplo, mitigando la inapropiada y agresiva función inmunológica en una enfermedad autoinmmune, como es la psoriasis).
- Mejora en la relaciones: una mente que está relajada, feliz y contenta es capaz de afrontar de manera sensible y sensitiva nuestras relaciones diarias. El yoga y la práctica de la meditación ayudan a mantener la mente feliz y en paz; beneficios de los cuales se verán alcanzados las personas cercanas a ti.
- Alivio de tensión: la práctica diaria de unos pocos minutos de yoga pueden ser un método de deshacerse de la tensión acumulada a diario (tanto en el cuerpo físico y mental). Las posturas que plantea el yoga, los pranayamas y la meditación son efectivas técnicas para liberarnos del estrés acumulado a lo largo de nuestra vida.
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